El injerto capilar DHI consiste en la utilización de una herramienta que se denomina IMPLANTER o PEN para la realización de la implantación de forma directa lo que hace que sea muy segura y con un aspecto final espectacular. Con esta técnica se consigue extraer los folículos de forma individual de las zonas donantes (habitualmente la zona lateral y la dorsal) para posteriormente colocarlos en la zona de recepción (habitualmente situada en la zona superior).
Lo primero que debemos hacer una vez hemos decidido que vamos a realizarnos un trasplante capilar es acudir al centro sanitario de CapilClinic y someternos a un estudio que determine qué calvicie es la que nos afecta y cuál es la mejor intervención para conseguir el mejor resultado para nuestro caso concreto.
Será en esa primera vista cuando se revise el historial del paciente, se descarte que este ha sufrido ninguna enfermedad incompatible con el proceso, así como otro tipo de cuestiones médicas vinculadas a la caída capilar. Estas preguntas suelen ser las siguientes:.
• Momento en el que recordamos que nos empezó a caer el pelo.
• Cambios en el ritmo de caída en los últimos meses.
• Tratamientos médicos u operaciones realizadas en busca de parar la caída efectuadas hasta la fecha.
• Nombre de medicamentos y complejos vitamínicos a los que estamos recurriendo en la actualidad.
• Alergias.
• Qué esperamos conseguir con los microinjertos capilares.
Una vez el doctor que nos va a intervenir posee todas las respuestas, efectúa un análisis del cuerpo cabelludo para averiguar el número de folículos activos, el número de folículos inactivos, la forma de nuestro pelo o el número de pelos y su estado actual en la zona donante.
Con todo esto sobre la mesa, se determinará el tipo de intervención y se ofrecerá una serie de fechas al paciente, así como toda la información relativa al preoperatorio y el postoperatorio en busca del mejor resultado para devolver el cabello perdido al paciente.
Cabe reseñar que el paciente deberá todas y cada una de las indicaciones señaladas por el equipo médico de Capilclinic para conseguir recuperar el pelo perdido
Qué debemos hacer antes de la operación
Una semana antes de la operación paralizaremos la toma de medicamentos, a no ser que el cirujano nos diga lo contrario. Esto incluye los analgésicos, los antiinflamatorios y las vitaminas.
Durante estos siete días previos no podremos cortarnos el pelo, ni efectuar esfuerzos físicos importantes, por lo que aquellas personas deportistas deberán realizar un receso que recuperarán a los pocos días de la intervención de trasplante de cabello.
Cuando falten tres días para la intervención abandonaremos las bebidas alcohólicas y, si es posible, también aquellas que poseen cafeína. Las personas que fuman tendrán que abandonar este hábito, como tarde, el día de antes de la intervención.
A pesar de todas las restricciones señaladas, sí que se nos permitirá lavarnos el pelo hasta el día antes de la operación, siendo muy cuidadosos durante todo el proceso. Si decidimos lavarlo el día antes de operarnos lo mejor será recurrir a champús de recién nacidos o utilizar alguno de los que se nos haya recomendado desde el equipo médico que nos va a intervenir.
Como siempre repetimos, si durante este período surge alguna cuestión vinculada al preoperatorio o a la misma operación, el equipo de Capilclinic estará deseoso de resolver sus dudas a través de alguna de las formas de contacto que puede hallar en esta web.
El implante capilar, paso a paso
Antes del trasplante de cabello
El último paso antes de proceder al injerto de folículos capilares en Turquía, se someterá al paciente a una analítica para asegurase de que todo está perfecto para llevarse a cabo la intervención. Ya que si este tiene algún tipo de infección sanguínea el trasplante se deberá posponer, siguiendo así la normativa de seguridad.
Si todo está en orden, se diseñará y marcará la zona de recepción que se habrá consensuado con el paciente y se determinará el número de folículos a extraer, para posteriormente aplicar sedación en la zona donante a base de frío.
El siguiente paso es aplicar anestesia local en la zona donante -este proceso no es en absoluto molesto- para conseguir la mayor comodidad del intervenido durante todo el proceso de intervención. La duración máxima de esta ronda las doce horas.
Será cuando se haya comprobado que la zona donante está completamente insensible cuando se comience a extraer los folículos, de uno en uno, colocándolos en línea para señalar la zona de trasplante.
Si el paciente necesita una donación importante de cabellos la operación se dilatará. Durante todo el tiempo que dure esta, el intervenido descansará con la cabeza apuntando al suelo o hacia algún lateral.
Una vez sacados todos los folículos sanos de la zona donante, se recolocará al paciente hasta situarlo en una postura semisentada para proceder a colocar los cabellos. Esta fase puede oscilar entre cinco y siete horas.
Etapas del trasplante capilar
La primera es aquella en la que se extraen los cabellos sanos de la zona donante a través de un pequeño instrumento de no más de 0,8 mm, que permite la extracción doble o triple. Una vez se haya acabado con estos, se pasará a la extracción individual con un instrumento aún más fino, de no más de 0,7 mm.
Un proceso que se lleva a cabo en equipo, siendo el cirujano acompañado por varios auxiliares, siendo la tarea de uno de ellos, llevar la cuenta de los cabellos extraídos, y la de otro segmentarlos por individuales, dobles o triples. El conteo, como no puede ser de otra manera, se efectúa en más de una ocasión para asegurarse de que el proceso se está efectuando conforme lo acordado con el paciente.
Después del receso para descansar, llega el momento de abrir los huecos en los que se colocarán los folículos extraídos. Un trabajo minucioso y que requiere de unas manos especialmente diestras para conseguir los mejores resultados.
Estas incisiones se efectúan con hojas a medida con una anchura menor que la de los injertos para que estos se asienten a la perfección en el hueco exacto y asegurándose de que estos llegan a sus camas, donde se servirán de nutrientes para alimentarse y crecer sanos donde antes solo había calvas.
La fase de colocación es especialmente delicada dado que los folículos siempre se deben implantar siguiendo la dirección del crecimiento natural del cabello de la persona injertada. Algo que solo es posible cuando se utilizan los últimos instrumentos de microcirugía.
Solo así se consigue que el cien por cien de los cabellos trasplantados, sobrevivan y crezcan sanos. Algo que se supervisará en todas y cada una de las revisiones a las que se someta el paciente.